Una de las características fundamentales de los niños es la capacidad inmensa que tienen de sorprenderse, de emocionarse y de ilusionarse por las cosas… esa mirada inocente que hace que cualquier pequeña experiencia pueda convertirse en la aventura más alucinante… y que hace que las cosas más sencillas sean las más importantes del mundo…
Me encanta ver a mis hijos dando botes en el pasillo de casa cuando saco sus galletas favoritas, cuando les digo “hoy os dejo llenar la bañera de espuma” o cuando les adelanto que esa noche les leeré un cuento especial que les va a encantar… en ese caso mi pequeña comienza a preguntarme cada dos minutos cuánto falta para que se lo cuente….
También se emocionan mucho ayudándome a hacer su plato favorito, la pizza, antes de meterla en el horno ya se están relamiendo y una vez metida comienzan a decir “hola pizza… te voy a comeeeerr…” o cuando les dejo hacer algo nuevo como exprimir ellos las naranjas para la papilla o mezclar los ingredientes para hacer tortitas…
Otra cosa que le encanta a mi hija es preparar un regalito sorpresa para alguien… cómo disfruta todo el proceso…prepararlo, envolverlo y luego dárselo a la persona elegida… Ni qué decir tiene la emoción que sienten cuando papá llega de viaje después de días sin verse… no escatiman en gestos para demostrar su alegría y su emoción: saltando, haciendo muecas y cantando!!
Son ellos los que con esa ilusión convierten todos esos momentos cotidianos en momentos especiales e inolvidables … y los que de alguna manera nos hacen volver a la infancia, a revivir todas esas ilusiones y a poner el acento en las cosas que realmente son importantes en la vida…
Muchas veces pienso… qué fácil es hacerles felices ahora…ayyyy…no quiero que crezcan… jeje… y es que llegará pronto el día en que sus galletas favoritas, la espuma en el baño o el cuento de mamá ya no conseguirán producir en ellos esa emoción tan grande ni hacerles tan felices…
Así que aprovechemos ahora a alimentar en ellos esas ilusiones… ¿Cómo? contémosles cuentos, llevémosles al teatro, juguemos con ellos y desarrollemos actividades que motiven su creatividad y su imaginación… no es necesario esperar a que haya alguna celebración especial como un cumpleaños, pascua, Navidad, Carnaval, etc., cualquier excusa es buena para crear momentos especiales que contribuyan a que tengan una infancia plena y llena de ilusión… Y dejémonos contagiar también por ella!!
¿Os animáis a contar qué es lo que les llena de emoción e ilusión a vuestros hijos?
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