No estamos acostumbrados a vivir con incertidumbre, o al menos con una incertidumbre tan grande como la que vivimos ahora. Y lo cierto es que no nos gusta, porque generalmente queremos sentir que controlamos todo y que somos dueños de nuestro destino, que podemos hacer planes y vivir organizadamente sin tener muchos contratiempos.
La pandemia de la Covid-19 nos ha roto los esquemas y nos ha obligado a vivir más al día. No podemos planear un viaje, ni una boda, ni un evento, ni siquiera podemos asegurar que podamos ir al trabajo mañana… En realidad, nunca pudimos hacerlo, solo que ahora es todo mucho más incierto y eso hace que se tambaleen nuestros cimientos.
Tengamos en cuenta que ese afán que tenemos de controlarlo todo nos da muchas veces una falsa seguridad y nos hace:
- Creernos intocables
- Perder de vista lo vulnerables que en realidad somos.
- Olvidar el valor tan grande que tienen las pequeñas cosas
- Dejar de disfrutar y de saborear al máximo el momento presente.
En este aprendizaje y este reto que nos ha puesto por delante la Covid-19, los niños tienen mucho que enseñarnos, porque ellos son grandes maestros en vivir el momento y en disfrutar cada instante sin estar pensando en lo que harán mañana, o en el verano o la semana que viene. Os recomiendo que os fijéis mucho en ellos y en su capacidad para vivir Aquí y Ahora.
Os doy ahora unas claves para que niños y mayores podamos gestionar mejor toda esta incertidumbre:
1. Aceptarla: Estar más abiertos a los cambios y a las sorpresas. Mentalizarnos de que ocurrirán probablemente cosas con las que no contábamos, que no entraban en nuestros planes y con las que tenemos que lidiar (confinamiento sorpresas, cambios en el trabajo, reorganización familiar). Estar de alguna manera preparados mentalmente para afrontar esos contratiempos nos ayudará mucho.
2. A estas alturas todos los niños han tenido que lidiar ya de una manera o de otra con la incertidumbre que supone el Covid-19. Hablar con ellos de manera clara y sencilla para explicarles lo que sucede es imprescindible para que puedan entender la situación e ir asumiendo los cambios de conducta que implica esta pandemia.
3. Sin embargo, no es necesario sobreexponerles a las noticias. Realmente no necesitan saber cada pequeño detalle que ocurre y a veces las imágenes de enfermos, hospitales, muertos… e incluso testimonios de gente que lo está pasando verdaderamente mal no hace sino aumentar su ansiedad y su preocupación. Y no sólo la de ellos, también la nuestra! Así que procuremos no sobreexponernos a tanta información para preservar nuestra salud mental
4. Mantengamos una mentalidad positiva. Procuremos salir del bucle del negativismo y la queja que nos supone el agotamiento pandémico y focalicemos nuestro día a día en cosas que podamos hacer. Un confinamiento puede también traernos más tiempo juntos, la oportunidad de aprender cosas nuevas, tener más tiempo para nosotros, etc. Poner el foco en lo positivo y en lo que podemos hacer dentro de todos los límites que ahora tenemos, por poco que sea, siempre ayuda.
5. Facilitemos la vida social dentro de las posibilidades que existen. Quizás es el momento de dedicar algo más de tiempo digital con los amigos (videollamadas, etc.). No se trata de de un capricho, pensad que es una necesidad tanto para ellos (sobre todo a partir de determinadas edades, 8 o 9 años) como para nosotros.
6. Intentemos ser creativos en casa y ampliemos nuestras actividades dentro de ella, ahora que pasamos tanto tiempo dentro. Abridles más posibilidades de hobbies y pasatiempos, como empezar a tocar algún instrumento (hay cursos online fantásticos), cocinar, juegos de mesa, costura, manualidades, etc. ¡Hay mil posibilidades!
7. Cuidarse y cuidar a los demás. Cosas tan básicas como descansar, comer de forma saludable, hacer ejercicio y cuidar nuestra estado emocional y mental nos pueden ayudar mucho. Es necesario encontrar un ratito todos los días para hacer las cosas que más nos gustan: ya sea escuchar música, dibujar, cocinar, etc. Nos ayudará a relajarnos, a descansar la mente y alejarnos de la ansiedad que nos puede llegar a generar toda esta situación.
8. Priorizar: es cierto que podemos llegar a sentir que no llegamos a todo, y más ahora que no podemos contar con ayuda de abuelos y otras personas. Priorizar es la clave: no todo es igual de urgente y de importante. Tener claras nuestras prioridades nos ayudará mucho.
9. Colaborar con los demás: La solidaridad, el apoyo mutuo, el compañerismo y la colaboración nos ayudará a lidiar mucho mejor con esta situación y a sentirnos mejor. Todos tenemos cerca a gente que lo puede estar pasando realmente mal. Preguntarnos ¿qué puedo hacer yo para aliviarlo? …Por pequeño que sea nuestro gesto o nuestro detalle, todo suma!
10. Y ya por último, seamos realistas y no nos exijamos demasiado. En esta etapa procuremos ser más flexibles y relajar algunas medidas por el bien de todos. Se trata de que podamos encontrar un equilibrio que nos permita salir de esta situación lo mejor posible.
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Tenéis otras claves para gestionar la incertidumbre en tiempos de pandemia?
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