No cabe duda de que las emociones condicionan y forman parte importante de nuestras vidas. Podemos definir la emoción como una respuesta subjetiva ante una situación que provoca un cambio en nuestro estado y nos prepara la acción.
Todos las sentimos y todas cumplen una función, nos dan señales de si las cosas van o no bien, vigilan el estado de nuestras relaciones y nos preparan para actuar de una manera u otra.
Las emociones en sí son positivas, cumplen una función, lo que puede llegar a ser negativa es nuestra reacción o comportamiento al sentirlas y ahí es donde podemos intervenir para regularlas y elegir así de manera consciente cómo queremos comportarnos.
Hoy quiero detenerme en explicaros algunos recursos o estrategias para ayudar a nuestros hijos a hacerlo. Son algunos ejemplos aunque hay muchos más:
· El SEMÁFORO: seguramente muchos de vosotros habréis oído hablar de esta técnica porque es bastante conocida. Consiste en explicarle al niño que cuando sienta que alguna emoción (principalmente el enfado, la ira, la indignación…) le hace perder el control, realice los siguientes pasos:
o Rojo: significa STOP! detente, párate antes de actuar. Se puede representar poniendo los brazos en cruz sobre el pecho. Tómate unos segundos o si es posible unos minutos para desconectar, date un paseo si puedes para evitar que tu primer impulso saque lo peor de ti.
o Amarillo: En esta fase debes respirar bien hondo (inspirar y espirar varias veces) para pensar con claridad y cuando ya estés más tranquilo, responder a las preguntas ¿qué ha ocurrido? ¿cómo me siento?
o Verde: en esta fase debemos centrarnos en buscar una solución ¿qué puedo hacer para solucionarlo? ¿puedo hacerlo solo o debo pedir ayuda?
Pienso que es una técnica muy sencilla que se puede enseñar y entrenar desde pequeñitos y que poniéndola en práctica a menudo les puede venir muy bien en esos momentos de ira. Por cierto, que no sólo sirve para los peques, los mayores también podemos ponerla en práctica ;)
· LOS CUENTOS: uno de mis recursos favoritos. A veces nos empeñamos en intentar razonar con los peques cuando están en pleno “estallido emocional” y no suele ser el mejor momento para explicarles las cosas... Los niños a fin de cuentas son como nosotros, a nadie le gusta sentirse “atacado”, así que si en vez de reñirle delante de todo el mundo cuando por ejemplo pega a otro niño en el parque, simplemente le apartamos y esa noche en casa a la hora del cuento, ya tranquilos, reflejamos esa idéntica situación en un cuento, con otros personajes, la cosa cambia ¿y sabéis por qué? Porque el que pega y el que lo ha hecho mal ya no es él sino el personaje del cuento. Esto le permitirá ver la situación desde la distancia, las emociones se quedarán a un lado y le será mucho más fácil comprender el mensaje: “No se pega a nadie, igual que no nos gusta que nadie nos pegue”. Así conseguimos que el niño no se cierre en banda a hablar del tema y no se bloquee sintiéndose juzgado… podemos conversar tranquilamente con él sobre por qué no hay que pegar, acerca de cómo se siente el niño al que han pegado, preguntarle y reflexionar juntos acerca de este hecho, etc.
· APRENDER A RELAJARNOS: creo que todos deberíamos aprender técnicas de relajación desde pequeños, el yoga se empieza ya a dar en algunos colegios, al menos como extraescolar… Aprender a respirar y a hacerlo de una manera que nos permita conectar con nosotros mismos, aquí y ahora, y olvidarnos por un momento de las preocupaciones y los problemas creo que es básico para tener una vida saludable. En casa podemos darles algunas pautas sencillas: aprender a “inspirar” y a “espirar”, en tono suave y rítmico. En Internet podréis consultar muchos ejercicios de relajación para niños que podéis practicar con ellos cada cierto tiempo. Os aconsejo ponerles música relajante de fondo que siempre ayuda.
· RINCÓN EMOCIONAL: puede ser un rincón de casa o simplemente una caja de cartón que adornemos con los niños. Será el lugar en el que todos podemos expresar nuestras emociones libremente. Y lo podremos hacer mediante mensajes o dibujos (si es muy pequeño podrá poner simplemente una pegatina sonriendo, enfadado, con miedo, etc.). Es importante que vean que los mayores también lo usamos porque así se animarán a hacerlo ellos. Puede suponer un desahogo en un determinado momento y una manera de hacer salir esa rabia o esa sensación de miedo o de enfado… Al final del día si hay algo en la caja podemos revisarlo con ellos y hablar del tema.
· ASAMBLEA: también podemos convocar una asamblea en casa cada cierto tiempo (sobre todo cuando hay algún problema que queramos resolver) donde el niño pueda expresar sus emociones y nosotros también. Será un espacio de reflexión sobre uno o varios temas concretos y se trata de que podamos hablar de cómo nos sentimos cuando ocurren determinadas cosas (ejemplo: cuando no recoges la habitación me siento muy enfadada, etc.). Si el niño ve cómo nosotros expresamos nuestra emoción, él también se sentirá libre para hacerlo (ejpl: cuando me repites muchas veces las cosas me siento agobiad@ o, es que siento que no tengo apenas tiempo para jugar, etc…). Este tipo de recursos ayudarán a normalizar la comunicación emocional en casa, aumentará la autoestima de los niños al sentirse escuchados e incrementará el vínculo afectivo entre todos los miembros de la familia.
· JUGAR A DESENFADARNOS: Teatralizar con ellos situaciones cotidianas de conflicto y buscar juntos soluciones a esas situaciones también es un buen recurso… Es importante que el niño participe activamente en las ideas de resolución de ese conflicto aunque luego le ayudemos a diferenciar lo que se puede hacer de lo que no…
· LA MÚSICA: es increíble el poder que tiene la música para cambiar el chip en estados de “bloqueo” y mejorar nuestro estado de ánimo. Obviamente unas veces costará más y otras veces costará menos pero suele ser un elemento muy positivo que nos ayudará!
Y vosotr@s ¿qué otros recursos utilizáis para regular las emociones? Soy todo oídos ;)
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