Cada uno de nosotros tenemos una predisposición innata o natural a ser más optimistas o más pesimistas. Sin embargo, esta predisposición no es inalterable… Se puede entrenar el pensamiento positivo, se puede entrenar el poner el foco en las soluciones, en las oportunidades y en lado bueno de las cosas; en vez de en los problemas, en las dificultades y en los inconvenientes.
Según los expertos los factores externos sólo predicen un 10% de nuestra felicidad a largo plazo, el otro 90% depende de cómo nosotros nos enfrentamos a esos factores externos, y ahí es donde podemos intervenir los padres, para hacer que nuestros hijos tengan recursos suficientes para enfrentarse a la vida “en positivo”. En este sentido, os propongo algunas ideas/recursos, etc. para entrenar este pensamiento positivo en nuestros peques:
- ¡Hoy hace un día maravilloso! Me encanta despertar a mis chiquitines de esta forma, da igual que llueva, que truene, que haya dormido poco o nada… Me gusta que sea la primera frase que escuchan en el día porque solamente por tener la oportunidad de vivirlo ya lo es… quizás ahora que son tan pequeños no le den importancia a esta frase pero estoy convencida de que con el tiempo esa manera de ver el nuevo día irá dejando un poso en ellos que les invitará a pensar que así es, que cada día, por el simplemente de serlo, ya es MARAVILLOSO.
- Valorar: mientras vamos en el coche de camino al cole me gusta recordarles la SUERTE tan grande que tienen de poder ir al cole o a la guarde a jugar, a aprender muchas cosas, a estar con sus amiguitos, etc. Mi niña que tiene 4 años se sorprende muchísimo cuando le digo que no todos los niños pueden hacerlo… muchos tienen que andar kilómetros a pie para poder ir al cole y nosotros en unos minutos en el coche llegamos a clase…Enseñarles a apreciar lo que tienen, a valorarlo, y a que se den cuenta de su suerte es la mejor vacuna contra el egoísmo...
- Disfrutar de cada instante y enseñarles que la VIDA se compone de MOMENTOS y no de cosas…. reírnos con ellos, jugar, cantar canciones… saborear y exprimir cada minuto del día intentando que no padezcan nuestro "estrés" y nuestras prisas.
- Dar gracias: al final del día dedicamos siempre unos minutos a hacer un repaso de lo que nos ha pasado y sobre todo nos fijamos en las cosas buenas y damos las gracias por ellas. Siempre, todos los días, hay cosas buenas…sólo debemos fijarnos bien y poner el foco en ellas en vez de en las cosas que no han sido tan agradables… VALORAR y AGRADECER están directamente vinculados con el sentido positivo de la vida ¿por qué no practicarlo entonces desde pequeños?
- Implicarles desde pequeños en actividades solidarias. Que vean que el mundo no siempre es color de rosa pero que siempre se puede hacer algo para cambiarlo… Está demostrado que ayudar a personas de nuestro entorno (familiares, amigos, compañeros, etc.) genera satisfacción y sensación de felicidad.
- Animarles y ayudarles a cultivar sus propios proyectos, sus sueños, aquello que les gusta hacer… es muy importante dejarles tiempo y espacio para sus hobbies, para que hagan aquello que de verdad les llena…
- Intentad habladles siempre en positivo, usando más el SÍ que el NO, poniendo el ACENTO EN LO QUE HAY QUE HACER en vez de en lo que hay que evitar… Eso hará que a la larga ellos también lo hagan…
- Por último, pero no menos importante:
- Recordad que el cariño y el amor son la base de cualquier aprendizaje
- Dadles mucha confianza en ellos mismos, que sepan que si quieren y se esfuerzan siempre PUEDEN
- Y no olvidar que nosotros somos su mejor referencia, si queremos que tengan un sentido positivo de la vida deberemos empezar por encontrarlo y practicarlo nosotros mismos.
Si tratamos de establecer estos hábitos en los niños desde que son pequeños estoy segura de que serán más felices ¿Y a ti? ¿Qué otros hábitos se te ocurren para contagiar a nuestros peques del espíritu positivo de la vida?